Si está tomando medicamentos que podrían afectar su capacidad para conducir, es crucial buscar el consejo de un profesional médico antes de decidir conducir. Los medicamentos pueden tener efectos secundarios como somnolencia o disminución de la atención, que son peligrosos al conducir. Limitar la conducción, conducir acompañado o sólo en distancias cortas no aborda adecuadamente el riesgo potencial.
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